miércoles, 7 de diciembre de 2011

Peor el remedio que la enfermedad

Hoy en día vivimos en una sociedad informatizada en la que nada parece lo que es. Claro ejemplo es la publicidad en la que los medios de comunicación nos muesran unas realidades que no son ciertas. Gracias a herramientas como photoshop muchas imágenes pueden ser mejoradas en su mayoría, pero como se suele decir el hombre no es perfecto y se equivoca, por ellos hay grandes "cagadas" por culpa de photoshop.

Ya es conocida la polémica campaña publicitaria en la que Ralph Lauren llevó al extremo la delgadez de la modelo. Este extremismo se produce por una mentalidad por la cual se cree que cuanto más delgado, más bello. Pero en este caso han sobrepasado el límite de la estética y del sentido común, pues este tipo de publicidad puede incitar a la anorexia o enfermedades relacionadas con el peso corporal.

                           

En esta otra imágen podemos ver como en el hombro derecho a la modelo le abraza una mano sin dueño. Esta claro que en la foto original había otra persona junto a la modelo, pero de cara al público debieron de pensar que quedaría mejor que saliese sola la modelo.

                                                    

En la campaña de Burberry en la que la famosa actriz Emma Watson es protagonista, a los creativos y publicistas se les escapó un pequeño detalle al editar la foto, pues si nos fijamos en la parte inferior de la imágen la pierna de la actriz desaparece por arte de magia. Es un detalle que una firma tan importante como Burberry debería de tener más en cuenta.



En la portada del Elle de Méjico también se vió un claro abuso del photoshop al hacer que la modelo, Olivia Palermo, parezca tener unas piernas que ni un jugador de baloncesto, le han estirado demasiado esa parte de su cuerpo, hasta tal punto, que queda antinatural. 

                            

Con esto llegamos a la conclusión de que no siempre una imágen vale más que mil palabras, ya que hoy en día las imágenes pueden ser manipuladas hasta puntos insospechados.

Andrea.

jueves, 1 de diciembre de 2011

¿QUIÉNES SOMOS?

Desde que nacemos hasta que nos morimos nos encontramos en una constante evolución. Las normas sociales y las costumbres culturales se desarrollan poco a poco y varían en cada generación. 
La moda se trata de un fenómeno sociológico muy interesante. No hace mucho tiempo las ideas culturales, en el mundo occidental, divergían completamente de las actuales. Obviamente todo fenómeno sociológico depende de la cultura, y de la sociedad del momento, y causa estragos en la moda y las tendencias del momento.



Hace medio siglo, concretamente en 1953, se publicó la Guía de la buena esposa, un manual dirigido a mujeres casadas donde podemos encontrar consejos tan diversos como: limpia la casa antes de que su marido llegue, minimiza todo lo posible el ruido para no incomodar a su esposo, escúchale, o no le sature con problemas insignificantes... Sin embargo, este tipo de libro no tendría cabida en la sociedad actual.

Otro ejemplo, es el anuncio que publicitaba la colonia Macho de Fabergé en 1976, donde claramente podemos observar que el frasco simula el aparato reproductor masculino. Hoy en día, tacharíamos esto de obsceno, vulgar y hortera; sin embargo, la colonia ganó los premios FIFI en 1977.


En la página Bored Panda podemos encontrar anuncios de principios del s.XX que, hoy en día, se considerarían  publicidad ilícita debido a sus mensajes ofensivos. Un anuncio muy llamativo era el de la marca Fairy donde nos encontramos con un mensaje racial muy marcado: ¿por qué tu madre no te lava con Fairy?


Con estos ejemplos quiero obligaros a pensar que quizás dentro de treinta años no este socialmente aceptado llevar faldas o, a lo mejor, el papel del hombre y la mujer se haya invertido. La sociedad se encuentra expuesta a numerosas influencias que pueden ser debidas a razones económicas, artísticas, históricas... Por ello, debemos preguntarnos ¿quiénes somos realmente? ¿se ha formado el individuo por un colectivo? Si hubiésemos nacido hace 60 años, probablemente hubiésemos deseado tener esa colonia en nuestras manos; o si fuésemos un ama de casa de los años 50 estaríamos encantadas actuando de manera servil con nuestro marido y veríamos completamente normal la pregunta de por qué no lavar a un niño con Fairy para que sea blanco. Sin embargo, ya no está de moda la sumisión de la mujer ante la figura del hombre; la tendencia actual es tomar un puesto dominante en el plano profesional, tener una relación igualitaria con tu pareja...; y, sobretodo, acabar con los prejucios raciales. Pero no sabemos lo que el futuro deparará a las próximas generaciones, ¿alguien se atrevería a cavilar?



Natalia